Desafíos de la afrodescendencia y la Cumbre Mundial

Con algunos amigos (que omito sus nombres) analizábamos que si bien en la Cumbre se discutirá el tema del Desarrollo como problemática central, consideramos que este debate debe enmarcarse dentro de los grandes desafíos que aun por falta de espacio el movimiento social global afrodiáspórico no discute. Aquí algunos tópicos necesários

Luego de los Congresos Mundiales Panafricanos celebrados en cinco versiones. Luego de los Tres Congresos de las Américas Negras de los años 1978, 1980 y 1983. Tres décadas después se realizará la Primera Cumbre Mundial Afrodescendiente. Como las anteriores, lo inédito de esta reunión es su carácter de autoconvocatoria y autogestión. Esta vez no invita ni las Naciones Unidas, OEA, CAN, UNASUR, ni ninguna fundación, ONG o gobierno.

El esfuerzo independiente y autónomo de la convocatoria de esta Cumbre sin mediación institucional y gubernamental, es una oportunidad histórica para poner de presente los desafíos globales de la afrodescendencia. Desafíos que por falta de circunstancias como estas no se han debatido ni agotado suficiente.

¿Qué se debe debatir en esta Cumbre Mundial? El tema de la Cumbre será el desarrollo de la afrodescendencia. Un enorme desafío complejo de superar dado el contexto de un mundo capitalista, hegemónico y racista que nos rodea. Y estamos de acuerdo, este tema exige interpretarse como un objetivo estratégico y político que responde a la necesidad de superar la pobreza y la exclusión de millones de afrodescendientes y africanos. A continuación se puntualizan algunos desafíos centrales que rodean el tema del desarrollo:

Las reparaciones

Más allá de los temas planteados, se considera que la Cumbre debe servir de marco contextual y conceptual para plantear objetivos ideológicos, que den orientación programática al movimiento social en este nuevo siglo. Pues así como la libertad fue el objetivo de nuestros ancestros esclavizados utilizando los palenques como objetivo estratégico; así como la lucha por la igualdad fue el objetivo de nuestros abuelos en el siglo XIX siendo el aporte a las luchas de independencia de los estados el objetivo estratégico; así como en el siglo XX nuestros padres lucharon por la ciudadanía siendo el objetivo estratégico la lucha por los derechos humanos; hoy, si nuestro objetivo estratégico es la lucha contra la pobreza, la desigualdad, la exclusión, buscando un modelo alternativo de desarrollo a los modelos capitalistas y seudo socialistas imperantes, este objetivo debe estar acompañado de nuestra misión ideológica central: Las reparaciones.

Las reparaciones históricas se comprenden como verdad, justicia y desarrollo. Verdad frente a la necesidad de reconocer el papel de la afrodescendencia a la humanidad, el impacto de la esclavización, del colonialismo y del racismo estructural. Justicia, en cuanto la negación de la condición humana al afrodescendiente lo condenó a una pobreza eterna, Desarrollo, por cuanto el objetivo de la reparación no es otro que garantizar de una vez por toda la ciudadanía y los derechos humanos a los afrodescendientes. Desarrollo político, desarrollo económico, desarrollo ambiental, desarrollo cultural, desarrollo social.

El concepto de “negro” y el concepto afrodescendiente.

En la Cumbre se debe debatir sobre gnosis de la afrodescendencia. Desentrañar sus contenidos epistémicos, conceptuales y políticos. Creemos necesario delimitar su concepto y extirpar las trampas del racismo eurooccidental, que plantea la falacia de “que toda la humanidad proviene de África, por tanto todos somos afrodescendientes”. Creemos que posturas como estas, además de anular el contenido máximo de la afrodescendencia, lo reduce y los anula al intentar ocultarlo en su esencia. Proponemos acuñar el concepto de afrodescendencia desde Durban, referido a los africanos que sobrevivieron a la trata esclavista y que emergieron en las Américas como una nueva civilización. Este concepto es distinto al de “Africano Descendiente”, el cual obedece a que toda la Humanidad, desde Lucy, proviene de África. Sin embargo, es importante precisar que la afrodescendencia también termina siendo un concepto limitado que no recoge a la gran diáspora africana pos esclavista, en especial las grandes olas migratorias del siglo XX y XXI, que está diseminada por todo el mundo. Caso los Caboverdianos en Argentina. Acuñar un concepto más amplio de la afrodescendencia es un desafío de la Cumbre.

Sobre la necesidad de superar el negrismo

Un gran desafío de la Cumbre es superar el negrismo, concepto acuñado por los racistas. Somos consientes de la naturaleza del concepto Negro, una naturaleza colonial, racial, impuesta por Europa a África (otro concepto colonia). Lo negro y el negrismo debemos superarlo en las justas proporciones que exige el cambio de paradigma conceptual e ideológico. Sabemos que por herencia colonial el concepto negro ha sido asumido en el habitus del afrodescendiente. Pero lo peor es que pese a que se ha asumido con una resignificación positiva, aun muchos de nuestros hermanos asumen lo negro desde una connotación colonial, con una poderosa carga racista, que llega a umbrales de la enajenación que habla Fanón, dejando sobre la piel el peso del mito del Esclavo y la carimba mental impuesta por el amo blanco.

Detrás del concepto negro, está escondida la miseria del racismo y sus secuelas de blanqueamiento, prejuicios raciales y las negaciones históricas a la condición original del Ser africano. Un desafío de la Cumbre es descomponer el concepto negro, tal como los hicieron los padres de la negritud: Senghor, Cabral, Cessaire, Fanon, Lumuba y otros. Se propone deconstruir lo negro racial y colonial para avanzar en la construcción de un nuevo sujeto desenajenado y realmente afrodescendiente. Romper con el negrismo es dar la discusión central de la raza y la etnicidad, un juego maniqueo y falaz que nos confunde y nos encierra en un laberinto académico que nos niega la posibilidad de construir un nuevo marco conceptual que permita destruir el racialismo y el etnicismo, para alcanzar lo que realmente somos: un pueblo afrodescendiente capaz de pensarse así mismo, más allá de los prolegómenos de la raza y la racialización.

Lo que estamos planteado es que la Cumbre debe darse dentro de una mirada descolonial, debe separarse de la colonialidad del poder blancocentrico, machista y cristiano.

Sobre el alcance panafricanista de la Cumbre

Sabemos que la Cumbre es mundial, por tanto pretende abarcar globalmente a todas las expresiones de la Diáspora Africana Secuestrada y Colonizada. Es un desafío para la Cumbre expresar un marco analítico global. Pero también debemos comprender las propias limitaciones para la comprensión real de todo lo que pasa en el universo africano y afrodescendiente. De allí que se piensa que la Cumbre debe mantener una perspectiva Panafricanista del Siglo XXI, debe solidarizarse con la suerte de África en la contemporaneidad, debe intentar alcanzar el análisis geopolítico de los afrodescendientes de Europa, Oceanía y Medio Oriente, Rusia, etc, pero importante será centrarnos en la problemática específica de América y el Caribe.

Sera un desafío de la cumbre delimitar nuestro alcance analítico a la realidad regional, sin descuidar la perspectiva neo panafricanista y geoafrodiaspórica.

Sobre el prejuicio de la pobreza afrodescendiente

Si bien es cierto que la geoafrodescendencia atraviesa por serios problemas de desigualdad, pobreza, violación a los derechos humanos y exclusión generalizada como una consecuencia de la esclavización, el colonialismo y el racismo estructural, no menos cierto es que la afrodescendencia ha hecho importantes contribuciones al desarrollo de la humanidad. La Cumbre debe hacer un esfuerzo por evidenciar esto. La pobreza no debe ser el único referente colonial de la afrodescendencia. Es importante dejarle claro a Occidente que nuestra civilización ha hecho importantes contribuciones al mundo, desde la ciencia, la tecnología, las artes, la economía, la historia, etc. Resaltar esto es muy importante porque nos lleva a tener un marco teórico lo suficientemente amplio para las Reparaciones, pues de que otra manera se puede hacer la relación entre pobreza y aportes al desarrollo del mundo?

Sobre el movimiento social afrodescendiente

Una de las trampas del racismo euro occidental es la negación a nuestra condición de movimiento social. La falta de un desarrollo teórico sobre este punto ha llegado al extremo de la incomprensión sobre nuestro valor político, ideológico y de capacidad de pensar no solo desde una postura afrocéntrica sino desde la geopolítica mundial. Un desafío de la Cumbre es desentrañar conceptualmente el movimiento social afrodescendiente. Es importante separar entre movilización histórica, procesos organizativos, sociedad civil y movimiento social. La tarea es comprender esta dinámica desde una perspectiva afrocéntrica, panafricana y en relación con los cambios políticos de la humanidad.

Hay que leer el movimiento desde una perspectiva de larga duración. Comenzando desde los cimarrones y palenqueros, quienes rechazando la esclavización aportaron al mundo el sentido de la libertad, la igualdad y la ciudadanía cultural. Hay que revisar los grandes aportes de Haití, hacer justicia con su legado, recuperar los pensamientos de Dubois, Garvey, Cessaire, Fanon, Cabral, Lumumba, Mandela,Martin Luther King, Malcom X, Bob Marley, Salomón Chalá, Abdías Do Nascimento, Nicomedes Santa Cruz, Diego Luis Córdoba, Zapata Olivella, Sancy Mosquera, Amir Smith Córdoba, y tantos otros, incluyendo a los precursores contemporáneos Juan García, Gerardo Maloney, Celeo Álvarez, Sidney Francis, Chucho García, Carlos Rosero, Romero Rodríguez, Suelí Carneiro, Epsy Cambells, Dorotea Willson, Ángela David, Oscar Chala, José Chala, Juan de Dios Mosquera, Zulia Mena, Rafael Perea, etc, etc.

Como lo sostiene mi amigo Agustín Lao, este análisis del movimiento social hay que relacionarlo con los grandes cambios de la humanidad sus revoluciones: la Revolución Francesa con la Revolución Haitiana, la Revolución Bolivariana y de San Martin y los esclavizados, la Revolución Mexicana y Rusa con le Garveismo, la Primera Guerra Mundial con el Movimiento de la Negritud, la Segunda Guerra Mundial y la Proclamación de los derechos humanos con la lucha de los derechos civiles, el auge multiculturalista liberal con la deconstrucción del mito de la democracia racial y el mestizaje frente a la nueva ola del movimiento afrodescendiente de los 80 y 90s cuando plateamos temas centrales como derechos humanos, democracia, nación, estado, desarrollo sin racismo y conquista de derechos ciudadanos.

La cuestión del poder

La cumbre debe proponerse la discusión del poder afrodescendiente. Esto implica analizar cuál es nuestra estrategia de incidencia y participación política para la transformación de occidente. Debemos plantearnos seriamente el camino geopolítico de la toma del poder real como pueblo. Esto implica determinar el contexto y el modelo de participación que queremos y deseamos para los estados naciones. Un modelo que nos conduzca al poder real de la sociedad, un modelo de poder que nos permita transformar sus gobiernos, sus estructuras económicas, sus ideales sociales hegemónicos raciales que nos oprimen. La toma del poder pasa por examinar el ejercicio de la participación, del empoderamiento de la ciudadanía, de incidencia real en las políticas públicas de gobierno y Estado. De cuestionar los modelos imperantes de democracia, de ciudadanía, de derechos, de participación, de distribución de la riqueza, de la necesidad de un mundo social más justo, y sin racismo.

John Antón Sánchez, Quito, 16 de mayo 2011.

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