Galeria Albertina en Chiapas invita a la exposición del fotógrafo Nacho Lopez
Por Magno Fernandes dos Reis*
La columna Chiapas. Territorio y confluencia y El Café Relax - Arte y cultura invita visitar La exposición de fotos en La Galería Albertina en Chiapas.
Con una pequeña biblioteca en el jardin intercultural del café y una pequeña galeria de arte en la calle Diego de Mazariegos, 19 – Centro Historico, San Cristobal de las Casas, Chiapas, Mexico.
Galeria Murilo Castro
Rua Niágara, 384 - Nova Lima - MG - Brasil - +55-31-3287.0110 - www.murilocastro.com.br - murilo@murilocastro.com.br
Fotografía e historia: realidades indirectas
En una sociedad moderna las imágenes realizadas por las cámaras son la entrada principal a realidades de las que no tenemos vivencia directa. Y se espera que recibamos y registremos una cantidad ilimitada de imágenes acerca de lo que no vivimos directamente. La cámara define lo que permitimos que sea "real"; y sin cesar ensancha los límites de lo real. Se admira a los fotógrafos sobre todo si revelan verdades ocultas de sí mismos o conflictos sociales no cubiertos del todo en sociedades próximas y distantes de donde vive el espectador. (Susan Sontag)
En Brasil, Europa y los Estados Unidos la fotografía destaca en la producción artística contemporánea. ¿Por qué entonces la fotografía y la grafica en el Estado de Chiapas no son tan importantes como los textos teóricos?
Ayer, al mirar la obra de Nacho López (1923-1986) en la exposición “Antología de Fetiches” (Galería Albertina, Centro Histórico de San Cristóbal de las Casas) recordé una fotografía de Yevqueni Jaldei donde registra el momento en que algunos soldados soviéticos alzan la bandera de su país en el techo del Reichstag en Berlín. El debate sobre la naturaleza artística de la fotografía no es un tema original, porque cuando el fotógrafo y el soldado del Ejército Rojo manipulan la realidad utilizando la fotografía para producir experiencias estéticas colocan en jaque la función documental de la fotografía. La fotografía de los soldados del Ejercito Rojo en Berlín, no obstante, fue retocada pues durante el acontecimiento real uno de los soldados traía varios relojes en el brazo izquierdo obtenidos en el robo de la capital alemana. Esta imagen era una imagen incómoda pues el soldado puede ser visto como héroe y ladrón al mismo tiempo.
Una buena fotografía, genuinamente crítica, nos recuerda que ayer, igual que hoy, la fotografía (imagen) es un terreno de disputa constante donde, de forma contradictoria, se enfrentan diversos futuros posibles. El conjunto de fotografías de Nacho López demuestran que el futuro es el vencedor porque la obra se actualiza y se decide desde diversas realidades manipuladas.
Para entender algo sobre México e impregnarse del caos que vive este país es conveniente visitar la exposición de Nacho López abierta esta semana en la Galería Albertina, espacio donde las fachadas coloniales de San Cristóbal de las Casas se mezclan con lo moderno. Lo que Nacho crea no es una imagen real, sino algo invisible, un concepto. Nacho crea territorios para generar duda en el espectador sobre lo que ve hoy, donde la ciudad de San Cristóbal de las Casas es un espejo distorsionado. La fotografía contemporánea se ha despojado de la realidad para crear algo indescifrable. El arte conceptual se ha vuelto una marca de prestigio con el objetivo de que algún especulador financiero multiplique el precio del objeto artístico.
La exposición “Antología de Fetiches” resalta a la fotografía como arte al demostrar que la realidad es una mera apariencia que puede ser variable. La cámara capta la ilusión que el ser humano experimenta. La fotografía es la ruina del pasado. Por ello no es importante discutir la autenticidad de la imagen ya que como lo ha demostrado Roland Barthes el documento es dubio. La imagen es manipulable y desde de Grecia y Mesoamérica fue determinada por códigos ideológicos. Creo que el inicio de este siglo (XXI) es un momento decisivo para el establecimiento de la autonomía estética del lenguaje visual. Aquí en el Estado de Chiapas las personas aún no tienen interés por la fotografía y la grafica. Sin embargo, en Brasil, Estados Unidos y Europa hubo una evolución a este respecto ya que la aceptación de la fotografía por parte del espectador es reciente y los europeos, actualmente, compran fotografía como compran pintura sin cuestionar su valor estético y testimonial.
Una de las razones de la aceptación de la fotografías es que la tecnología es un atractivo para el artista, además de que a partir de los juegos de luz y sombra el espectador deduce cierta información. La fotografía es un lenguaje inmediato que le habla directamente al espectador. En las obras fotográficas de Nacho López se percibe la relación entre la imagen retocada con la formación del Estado mexicano, el surgimiento del nacionalismo, el desarrollo social y su representación. Nacho López tuvo conciencia del significado de la imagen, por esto comunicó una visión clara y penetrante del país, de sus contrastes y valores sociales. La mirada del fotógrafo es tierna y atenta. Ante la serie de fotografías de la exposición nos preguntamos: ¿cuál es la influencia del contexto ideológico sobre la interpretación de la fotografía? ¿Cual es la relación entre estética, arte, técnica y política?
En las fotografías de Nacho no hay sólo la mirada de un cronista da la vida urbana de los años 50, percibimos la fascinación del fotógrafo por la arquitectura, la etnografía, el jazz de los años sesenta y la danza contemporánea. Mirar atentamente las fotografías de Nacho López es ver fragmentos de México. El espectador tendrá la impresión de que la realidad de un país es ilimitada y el conocimiento no tiene fin. Los limites y las ideas homogéneas son engañosas y demagógicas.
En las fotografías de Nacho no hay sólo la mirada de un cronista da la vida urbana de los años 50, percibimos la fascinación del fotógrafo por la arquitectura, la etnografía, el jazz de los años sesenta y la danza contemporánea. Mirar atentamente las fotografías de Nacho López es ver fragmentos de México. El espectador tendrá la impresión de que la realidad de un país es ilimitada y el conocimiento no tiene fin. Los limites y las ideas homogéneas son engañosas y demagógicas.
Mirar la realidad a la luz de las fotografías de Nacho nos da contorno y formas nuevas a nuestras vivencias. Hoy, la mirada a través de la pantalla de un celular, nos niega la diversidad y complejidad infinitas de lo real. Ni el poder estético de Nacho López lo libró de la censura y la autocensura. En muchas fotografías de Nacho como en “Sólo los humildes van al infierno” se advierte una critica fuerte a la policía del Distrito Federal. Fotografía e historia son legajos de la memoria. Sin embargo, la fotografía permite la modificación del pasado y empañar los hechos sucedidos. La fotografía, cuando se toma en serio, propicia la mirada aguda del espectador quien entra al juego. Nacho ilustra conceptos pidiendo al público pensar después de mirar - pensar lo mirado.
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